Otrora, las células fotovoltaicas eran conocidas por el común al ser los dispositivos sensores de encendido y apagado en los postes de alumbrado público, eliminando la necesidad de interruptores y personal para esa tarea. Muchas veces en el día se mantenían las luces encendidas, gracias a que la tecnología para los mismos no se ajustaba por completo a la nubosidad o simplemente expiraba en la intemperie.
Actualmente esa tecnología ha evolucionado a favor no sólo de tareas menores como el encendido y apagado, sino la conservación de la energía, la conducción de la misma para crear luminosidad y movimiento con la tecnología presente en el hogar, además de brindar la intensidad en un haz más limpia, idónea para los estudios microscópicos en el campo de la medicina e investigación.
¿Qué son las células fotovoltaicas?
Tabla de contenidos
Las células fotovoltaicas son places especiales en las que se transforma la energía lumínica en energía eléctrica mediante el efecto fotoeléctrico. Estas son conformadas por metales sensibles a la luz y que desprenden electrones en paralelo a la incidencia de los fotones sobre ellos.
Su conformación
Son células elaboradas a base de silicio puro a la que se suman impurezas de ciertos elementos químicos que son capaces de generar cada una de 2 a 4 amperios, elevándose a un voltaje de 0,47V; su materia prima es la radiación solar, directa o residuos caloríferos o conducido por espejos.
Las células fotovoltaicas en venta para el público varían en espesor dependiendo del uso, ya que las que se utilizan en linternas o cámaras recargables para el hogar oscilan en los 0,3mm que les ayudaría a cargarse en una 4 horas para igual tiempo de utilización en dispositivos LED o 120 fotografías de no más 2 megapíxeles. Su contenido es el siguiente:
- Lingotes de silicio de alta pureza.
- Átomos de fósforo (baño con este elemento).
- Impregnado de átomos de boro.
- Enrejado metálico, de plata y aluminio.
Ambas capas forman un campo eléctrico gracias al voltaje interno construido dentro de las células fotovoltaicas (conocidas popularmente como “obleas”) y cercanas a la superficie que recibe la luz del sol. El voltaje interno es quien separa a las cargas fotogeneradas negativas (electrones) y positivas (huecos).
Dichas celdas se conectan a un circuito externo a través de dos terminales procedentes de su estructura, extrayendo con ellos la corriente eléctrica producida.
El enrejado metálico de plata es una terminal negativa que colecta los electrones fotogenerados y sobre él está conectado uno de los conductores del circuito exterior.
Su enrejado metálico de aluminio es la terminal positiva, por lo cual las cargas positivas se acumulan en ella; tiene al otro conductor del circuito exterior conectado.
Ambas caras de las células fotovoltaicas o celdas fotovoltaicas son cubiertas por una delgada película anti – reflejos que disminuye las pérdidas por reflexión.
Beneficios
- Aunque todavía existen problemas para su adopción por los costos, el uso de células fotovoltaicas ha disminuido el gasto en iluminación pública a los ayuntamientos, alcaldías o gobiernos, siendo una leve pero continuado freno al aumento de impuesto para estas necesidades.
- Realizar esta inversión es por demás alta, tanto en placas como en el inversor, acumulador y adaptación al hogar. Pero es una inversión inicial duradera, que se devuelve con una disminución de hasta 90% en gastos de facturas de electricidad y minimizando fallas en aparatos electrodomésticos por subidas o bajadas de tensión.
- Es un trabajo que se puede hacer por uno mismo, en base al número de placas.
- Menos riesgos de electrocución.
- Se transformará en un apoyo al medio ambiente al bajar las necesidades de recursos hidroeléctricos o de combustión.
- Evitará o reducirá los efectos por apagones o desconexión de medios de comunicación y señalización.